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miércoles, febrero 22, 2012

Luces de bohemia: Lluís Homar revisa a Valle-Inclán



Que Luces de bohemia es posiblemente . Valle-Inclán se basó para su esperpento en el trágico final de su amigo el escritor Alejandro Sawa (1862-1909), conocido periodista que acabó sus días, en palabras del propio Valle-Inclán, como "un rey de tragedia:ciego, loco y furioso". Una década después del suceso, la mente del genial escritor dio a la tragedia de Sawa vestido literario en el personaje de Max Estrella y las tribulaciones de su último viaje nocturno.

Lluís Homar tras la escena ha acometido valientemente este montaje. Con una puesta en escena donde cientos y cientos de libros se convierten en un escenario vivo, realmente todos los escenarios de la obra, que sorprenden al espectador. Un elenco excelente encabezado por Gonzalo de Castro (Max Estrella) y Enric Benavent (don Latino), y en el que destacan José Ángel Egido, Miguel Rellán (que ya había participado en la versión cinematográfica de 1985), Jorge Bosch o Fernando Albizu. Parte del reparto se desdobla en dos o más personajes con una caracterización encomiable. La fuerza de este montaje deja al espectador boquiabierto, y te sumerge en la tragicomedia esperpéntica, puro Valle-Inclán sobre las tablas.

Max Estrella camina de nuevo en el María Guerrero hasta el 25 de marzo.



Reparto (por orden alfabético)
Fernando Albizu
Enric Benavent
Ángel Burgos
Jorge Bosch
Jorge Calvo
Gonzalo de Castro
Javi Coll
Mariana Cordero
Gonzalo Cunill
José Ángel Egido
Rubén de Eguía
Sergio Gómez
Adrian Lamana
Jorge Merino
Nerea Moreno
Isabel Ordaz
Luis Prado
Miguel Rellán
Marina Salas


domingo, mayo 22, 2011

Entremeses barrocos


Las obras de la CNTC son ya un clásico en las reseñas de este blog. En esta ocasión le ha tocado el turno a la penúltima pieza de esta temporada, Entremeses barrocos. La pieza, que se considera la apuesta más ambiciosa de la compañía este año, es una composición a partir de la brillante dirección de Pilar Valenciano, Elisa Marinas, Aitana Galán y Héctor del Saz, que tiene el amor y sus juegos como hilo principal.

El entremés es uno de los pequeños géneros dramáticos más desconocidos, pero más esenciales para entender la fiesta barroca, jácaras, bailes y mojigangas completaban la catarsis teatral, cuando las representación se alargaban hasta las 3 horas de duración. El entremés es cómico, mucho menos lucido literariamente que la comedia, incluso a veces es soez y vulgar en la temática, con tintes moralizantes, pero no por ello puede menospreciarse su valor o su contenido. En esta ocasión los textos elegidos son de Calderón, Quirós, y Moreto. "Los degollados" de Calderón, sobre el engaño y el adulterio; "El cortacaras" de Moreto, sobre el valor y la pendencia; "El muerto, Eufrasia y Tronera" de Quirós, sobre la oposición familiar y la fanfarronería; y el más famoso sin duda, "el Toreador" de Calderón también, donde se parodia el amor cortesano

Desconcertante a veces, hilarante, el ritmo de las obras nos envuelve y hace que sin dejar de disfrutar lleguemos al final casi sin darnos cuenta. Llama mucho la atención la puesta en escena una de las más sorprendentes de esta compañía, en la que el decorado, como siempre, es casi un actor más y se pliega a las necesidades del momento. Decorados contundentes, música en directo, con una selección que incluso puede parecer inadecuada a algunos, con vestuario fantástico, complicidad con el público y risas, muchas risas. Eso sí, un montaje no apto para puristas.

Un aliciente más para ir a ver esta obra es poder ver a gran parte del elenco de la compañía, incluyendo a los miembros de la compañía joven, cosa que ocurre pocas veces.

Hasta el 29 de mayo en el Teatro Pavón.

Reparto

MOJIGANGA DE LOS INFIERNOS DE AMOR

Lorenzo 2 - Francesco Carril

Hombre 2 -Héctor Carballo

Hombre 3 - Carlos Jiménez-Alfaro

Amigo - Mon Ceballos

Mujer 2 - Mamen Camacho

Hombre 1 - Julio Hidalgo

Juana - Paloma Sánchez de Andrés


LOS DEGOLLADOS, de Calderón de la Barca

Olalla - Eva Trancón

Escribano - Jesús Hierónides

Alcalde - Fernando Sendino

Zoquete Daniel Albaladejo

Hombre 1 - Julio Hidalgo

Hombre 2 - Héctor Carballo

Hombre 3 - Mon Ceballos

Sacristán Torote - Jesús Calvo


ENTRESIJO PRIMERO

Amigo - Carlos Jiménez-Alfaro

Lorenzo 2 - Francesco Carril

Padre - José Vicente Ramos

Juana - Paloma Sánchez de Andrés


EL MUERTO, EUFRASIA Y TRONERA, de Bernardo de Quirós

Eufrasia - Rebeca Hernando

Tronera - Arturo Querejeta

Astrólogo - Íñigo Rodríguez-Claro

Pianista -Ángel Galán

Lorenzo - José Ramón Iglesias

Marta - Mamen Camacho


ENTRESIJO SEGUNDO

Toribio - Héctor Carballo

Menga - Mamen Camacho

Sacristán - Jesús Calvo

Escribano - Jesús Hierónides



EL CORTACARAS, de Agustín Moreto

Amigo - Carlos Jiménez Alfaro

Lorenzo - Francesco Carril

Maeso - Francisco Rojas

Padre - José Vicente Ramos

Valiente 3 - Jesús Calvo

Valiente 2 - Fernando Sendino

Juana - Paloma Sánchez de Andrés

Mujer 2 - Mamen Camacho

Mujer 1 - Rebeca Hernando

Valiente 1 - Angel Ramón Jiménez


ENTRESIJO TERCERO

Sacristán - Jesús Calvo

Escribano - Jesús Hierónides

Menga - Mamen Camacho

Alguacil - Mon Ceballos

Toribio - Héctor Carballo


EL TOREADOR de Calderón de la Barca

Cantor 1 / Lacayuelo 1 - Jesús Hierónides

Cantor 2 / Regador 2 - Íñigo Rodríguez-Claro

Cantor 3 / Lacayuelo 2 - Mon Ceballos

Cantor 4 / Regador 1 - Julio Hidalgo

Juan Rana - Toni Misó

Criado 1 / El toro - Víctor Rubio

Criado 2 - Héctor Carballo

Caballero - Daniel Albaladejo

Bernarda - Eva Trancón

Mujer 1 - Rebeca Hernando

Mujer 3 - Paloma Sánchez de Andrés

MÚSICOS:

Piano - Ángel Galán

Percusión - Sergey Saprichev

Clarinete - Dolores Navarro

Fagot - Héctor Garoz



viernes, mayo 06, 2011

Teatralia: Pequeñas Pieza Psicopática

Hasta el 19 de mayo en
Garaje Lumiere/Sala Carlos Rico
C/ Ciudad Real 12

Lo primero que te sorprende es la sala, porque la sala Carlos Rico (Garaje Lumiere) no es un espacio común, tiene un toque de bohemia y de mimo que llaman la atención. Es una de esas salas pequeñas, con alma, que te permiten vivir la obra y saborear las emociones de una forma algo más intensa.

Pero centrémonos en la obra. Pequeña pieza psicopática de Federico Roca es una divertida parábola de la incomunicación. Una de esas metáforas perceptivas que parten de una idea y poco a poco, por caminos insospechados, nos llevan, tanto a los espectadores como a los protagonistas, hasta un final que no era el que nos prometieron, pero no por ello desmerece, al contrario, satisface.

Pequeña pieza psicopática es en principio la historia de un taxista que es invitado a la casa de dos particulares hermanas, pero solamente en principio. Es una pieza viva, que nos hace cómplices, testigos morbosos, incluso, tan entretenida como desconcertante. El ritmo de la obra hace que nos sorprenda el final en pleno disfrute, y nos deja una pregunta que no
queremos enunciar, que suena como esas despedidas abiertas.

Alicia Rubio, Maday Méndez y Pepe Ocio están estupendos, son pura fuerza y tensión sobre las tablas. Sorprenden más que para bien, para mejor. Todo un descubrimiento este elenco. Su expresividad es un plus en una sala pequeña como ésta donde puedes hacerte cómplice del espectáculo. Mis felicitaciones a Hernán Grinstein, el director, que ha sabido manejar los espacios pequeños sabiamente, y con la puesta en escena.

Quedan pocas funciones, dos concretamente, de modo que señores vayan a verla, no les defraudará, se lo aseguro.

jueves, mayo 05, 2011

Estrenamos sección: En la página 2...

Estrenamos sección En la página 2..., todos las entradas marcadas con esta etiqueta serán un espacio para darle cabida a otras de mis inquietudes. Comenzamos y lo hacemos con una pieza de teatro : Pequeña Pieza Psicopática.

Abrimos el cajón de sastre.

sábado, abril 30, 2011

La sorpresa se llama ... Falstaff



Sorprende. Esa es posiblemente la mejor palabra para definir esta soberbia adaptación de los textos del gran dramaturgo inglés William Shakespeare que han hecho Andrés Lima y Marc Rosich. Tres horas de función(con descanso) que giran entorno a la enorme figura del pícaro viejo borracho y seductor Falstaff, que como figura literaria representa la mejor encarnación de la máxima latina Carpe diem. Y si comienzo con tanto elogio es porque la obra lo merece, no sólo porque Andrés Lima sea un eficaz "director de orquesta", que sabe mantener el ritmo y el hilo conductor de la narración, sino por manera hilarante y esperpéntica de presentarnos y de contar la historia. Así Shakespeare, que para algunos se hace duro, se vuelve fresco, vívido y realmente presente en cada uno de estos personajes que desfilan, ríen, penan, mueren y sobre todo, beben en este escenario.


Luz, sonido, color, movimiento y juego. Con una puesta en escena vivaz y minimalista, toda a la vista del espectador, donde es la voz del narrador, El Rumor (Andrés Lima) la que nos saca, de cuando en cuando, del divertido marasmo en el que nos vemos envueltos, y viajamos con el de un escenario a otro, de la taberna a la Corte y de ahí al campo de batalla. Son las sensaciones que nos produce la puesta en escena las que nos atrapan. Y el humor, porque la ironía y la comedia, a veces tragicomedia, están presentes desde el primer minuto hasta el final de la obra. El espectador no sólo sonríe, sino que se ríe a carcajadas. Que nadie espera que Falstaff se políticamente correcto, sería traicionar al personaje, y ante todo, como el director ha dicho, en esta pieza se ha querido mantener la fidelidad a la filosofía vital del personaje central.



Pero no puedo dejar de hablar del estupendo elenco de esta obra que nos demuestra de una manera incansable lo que significa la solidez de un trabajo bien hecho y de la pasión en el escenario. El reparto lo componen doce actores, a quienes hay que agradecer su excelente trabajo, y que son: Pedro Casablanc, Carmen Machi, Raúl Arévalo, Jesús Barranco, Sonsoles Benedicto, Chema Adeva, Alfonso Lara, Andrés Lima, Rebeca Montero, Ángel Ruiz, María Morales, Rulo Pardo, Alejandro Saá y Alfonso Blanco.

Falstaff se hace carne en la magnífica caracterización del inmenso, en todos los sentidos, Pedro Casablanc (¡¡Chapeau, señor mío, chapeau!!), pura fuerza, e ironía que recorre la sala del teatro. Verdaderamente todo lo que se diga de él es poco.

"FALSTAFF: ¿ Simular? Me engaño, no tengo nada de simulado.
Morir es simular, porque un cadáver que no tiene la vida
de un hombre, es un simulacro de un hombre. Pero simular
los muertos, cuando se está en plena vida, eso no es simulacro,
sino la real y perfecta imagen de la vida. "


Tiene un enorme mérito que la mayoría de los actores doblen papeles, realizando el cambio de vestuario, caracterización y registro a cara descubierta, sobre el mismo escenario, con toda la dificultad que conlleva (por ejemplo, y para citar dos, el caso de Chema Adeva con su conspirador Mortimer y su entrañable Pato; o el de Ángel Ruíz con su Príncipe Juan y Bartolo). Aunque todos están fantásticos, es obligado destacar la capacidad de Carmen Machi para conectar con el público, espléndida, con una réplica constante y guiños, divertidísima, como Doña Rauda; e inquietante como Arzobispo de York. Y de Raúl Arévalo, decir que crece por momentos, hasta conseguir, y decir esto, en el caso del teatro por la dificultad que tiene, son palabras mayores, emocionar haciendo visible y creíble cada gesto, ya sea de ternura, de complicidad, de desprecio, o de arrepentimiento, por pequeño que sea. Es expresión y emoción sobre el escenario.

"PRÍNCIPE ENRIQUE: (...) Llorad al Enrique muerto;
también le lloraré yo. Pero vive un Enrique que
convertirá esas lágrimas en otras tantas horas de alegría"

Falstaff es la vida, la cruda realidad, la sátira, el hedonismo, y el exceso. Antihéroe, marginado, canalla, sentimental, amigo, entrañable mentiroso y simpático charlatán. Falstaff es Falstaff, el mayor bribón de todos los tiempos.

Un festival de imágenes y sensaciones difícil de olvidar. ¡Puro espectáculo! Pasen y vean. Señores y señoras, si tienen la oportunidad, aprovechen este fin de semana para ver este fantástico montaje, no les defraudará.

Hasta el 1 de mayo en el teatro Valle-Inclán de Madrid. Sólo quedan dos días.


sábado, abril 16, 2011

A Dança da Morte /La Danza de la Muerte



La Compañía Nacional de Teatro Clásico, como ya viene siendo tradicional, ha cedido su espacio escénico a una compañía invitada, en este caso Nao da amores , bajo la dirección de Ana Zamora, que, con el veterano actor Luis Miguel Cintra al frente de un elenco de actores y músicos hispanoluso (una colaboración muy enriquecedora), nos presenta, en coproducción con el Teatro da Cornucópia, una interesantísima propuesta A Dança da Morte. Partiendo de la tradición medieval de las danzas macabras y con un texto que adapta la Danza general de los muertos (1) hacemos un recorrido a través de los pecados más mundanos y todos los estados sociales, para hablar de la fugacidad de la vida y la inevitable llegada de la Muerte. Es un canto a la vida, "una manera de conjurar a la Muerte".

La apuesta principal es que el texto sea bilingüe, alternando el castellano antiguo con el portugués en diversas escenas. La puesta en escena minimalista nos transporta a los púlpitos de los predicadores medievales y evoca la metáfora del Barco del infierno (2), muy presente en el teatro portugués gracias a la obra del gran Gil Vicente (1465-1536?). La vibrante puesta en escena, ágil, acompañada en todo momento de música en directo, el ambiente que crea el incienso y la potente voz del narrador/Muerte (L.M. Cintra) nos transportan por momentos en este baile macabro, que incluso tiene sus notas de humor y un punto irónico que siempre está muy presente en toda la obra.

Una pieza muy curiosa y muy recomendable para los amantes del buen teatro. Sólo una advertencia, esta obra se disfruta más cuando se tiene alguna noción de portugués o facilidad con los idiomas, ya que en algunos momentos, aunque pocos, el espectador profanos en lenguas se puede perder por la agilidad del texto. Afortunadamente, y como nos indica Ana Zamora, existe la posibilidad de prepararse antes ya que la compañía tiene en su página web el texto de la obra para quien quiera leerlo. Todo un acierto.

Hasta el 24 de abril en el Teatro Pavón.

El dosier completo de la compañía lo tenéis aquí (El pdf incluye el texto completo)
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Notas

(1) Editada en1856, en el tomo IV de la Historia de la literatura española de M. G. Ticknor (pp. 373-394).
(2) Gil Vicente. A Barca do Inferno (Auto). São Paulo, 2006.




Ana Zamora habla sobre el proyecto.



Un fragmento de la obra.

domingo, abril 03, 2011

La Avería. Reflexiones sobre el Tiempo, la Vejez, la Sociedad y la Justicia



Cuando hablo de teatro en este blog, normalmente, me centro en obras clásicas o en piezas con una relación directa con algún aspecto social de la Historia. En esta ocasión, aunque alguno proteste la relación, La avería, basada en la adaptación de un cuento del escritor suizo Friedrich Dürrenmatt, realizada por Fernando Sansegundo y dirigida por Blanca Portillo. Sinceramente, y más allá de mi admiración por Blanca Portillo que una vez más nos regala un trabajo excelente, esta obra tiene una hondura que invita a la introspección.


La reflexión, mejor dicho, las reflexiones que esta pieza le presenta al espectador son lo suficientemente profundas para no dejar a nadie indiferente. De la risa al llanto en segundos, pura emoción contenida que se desborda por momentos, mucha ironía, y pinceladas de ternura trémula. El aislamiento, la Justicia, la Vejez y la velocidad y la competitividad de la sociedad actual son algunos de los temas principales de esta fantástica pieza que te engancha desde el primer momento, transportándote hasta un escenario entre lo mágico y lo real. Un viaje fascinante. "Ley y Justicia no son lo mismo" es una de la frases que presiden y que mejor encarnan la esencia de este montaje. "¿Existe la casualidad o es el Destino?"

En una sociedad como la nuestra donde todo va demasiado rápido y la competencia es feroz, parece que cuando se llega a una edad lo único que importa es si se puede seguir o no el ritmo. No importa ni la experiencia, ni la capacidad ni la perspectiva. ¿Hasta qué punto puede equivocarse alguien a causa de una primera impresión y de este tipo de prejuicios sociales? ¿Nos "autoengañamos"? ¿Hasta qué punto somos innecesariamente crueles? ¿Podemos soportar la realidad y el golpe de la realidad?A todos estos interrogantes contesta La avería, y nos deja sumidos en un profundo impacto que nos obliga a mirar en nuestro interior. La reflexión se hace necesaria.


No puedo quedarme sólo con una de las actuaciones. Sólo se les puede felicitar por un trabajo tan bien hecho. Todos están espléndidos. Daniel Grao pasa de un estado a otro con una facilidad pasmosa, tanto que a veces sobresalta; Fernando Soto es la ternura y la razón; y José Luis Torrijos, inmenso en todos los sentidos. Con Asier Etxeandia, uno vibra y teme, y se enternece por momentos, es la fuerza sobre el escenario. De Emma Suárez y de su presencia mística, qué más se puede decir. Y de José Luis García Pérez, que para el espectador es más que verdad sobre el escenario.


Más que recomendable... cita obligada. Un imprescindible de esta temporada, que se recordará mucho tiempo.

La obra estará en las Naves del Español en Matadero, Madrid, hasta el 24 de abril.












sábado, enero 29, 2011

¡Otra de teatro, por favor!: Todo es enredos amor

Ver un montaje de los que realiza la Compañía Nacional de Teatro Clásico siempre es un gusto, sobre todo si tenemos como referencia las estupendas piezas tanto de lo que va de temporada, ese Alcalde de Zalamea con un inmenso Joaquín Notario en escena; como las de años anteriores, El pintor de su deshonra, Condenado por desconfiado, etc.


La Joven Compañía, que el año pasado ya hizo un estupendo trabajo con la Moza del cántaro de Lope de Vega, este año rescata Todo es enredos amor, una obra de Diego de Figueroa y Córdoba, atribuida en otro tiempo a Agustín Moreto. Adaptada por Julio Salvatierra y dirigida por Álvaro Alvín . Repiten los mismos actores y funcionan.

Bajo la premisa de la comedia de enredo y la suplantación de identidades o géneros para buscar el amor nos presentan la historia de Elena de Guevara (Mamen Camacho), quien ayudada por sus fieles amigos Juana (María Pardo) y Ortiz partirá de Madrid a Salamanca vestida de hombre para conquistar al galán, Félix de Vargas (Francesco Carril). A partir de ahí todo puede ocurrir.

Gracias a una fantástica actuación coral y la búsqueda de la complicidad del público (conseguida por otro lado desde el inicio de la representación), desde el inicio hasta el final las carcajadas son constantes y el público sale con una fantástica sensación de haber disfrutado con creces. Hay que destacar las actuaciones de Julio Hidalgo como Tronera y de Héctor Carballo, como Don Fernando, que nos dan algunos de los mejores momentos de la obra, y agradecer al pianista Pablo Galán no sólo la música, sino sus breves intervenciones desde la primera a la última.


Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Teatro Pavón. Hasta el 6 de febrero de 2011.

Reparto completo:
Doña Elena: Mamen Camacho
Juana: María Pardo
Ortiz: Carlos Jiménez Alfaro
Doña Paula
: Georgina de Yebra

Inés
: Badia Albayati

Lucía
: Sara Moraleda

Don Félix
: Francesco Carril

Tronera
: Julio Hidalgo

Don Fernando
: Héctor Carballo

Doña Manuela
: Paloma Sánches de Andrés

Pedro:
Mario Retamar

Juan
: Roberto Sáiz

Segismundo
: Daniel Teba
Pianista: Ángel Galán

Para leer la obra original pulsa aquí (Versión todavía atribuida a Moreto)

lunes, enero 24, 2011

Calderón enamorado. ¡Chapeau!


Poca veces un investigador consigue acercar el resultado de sus investigaciones al gran público. Seguramente este sea el mayor obstáculo para los historiadores. Sin embargo, a veces nos llevamos gratas sorpresas. El profesor José María Ruano de la Haza, uno de los especialistas en el teatro del Siglo de Oro más reconocidos de nuestro país y profesor actualmente en la Universidad de Ottaw, es, en este sentido, uno de los pocos historiadores que lo ha conseguido y de una de las maneras más originales. Abordar la vida sentimental de Pedro Calderón de la Barca a través de su obra era todo un reto y hacerlo de manera rigurosa y amena el objetivo deseado. ¿Y por qué no ponerlo sobre las tablas de un escenario? ¿Qué lugar más apropiado para narrar un aspecto tan desconocido, como interesante, de la vida de uno de los autores más universales de la literatura española? De modo que Calderón enamorado es posiblemente el mejor ejemplo de que existen otras maneras de divulgar. Esto quedó confirmado en el año 2000, en su estreno, cuando fue un éxito de público en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, bajo la sabia dirección de José Maya, que en esta ocasión repite como director de este texto que la Sala Guindalera rescata esta nueva temporada. Otra apuesta brillante como lo fue el pasado año La mujer por fuerza.


Enredo, ironía, amor y aventura se mezclan en esta obra, que rescata los versos del dramaturgo para hablarnos de sus amores de juventud, de la inexperiencia y de la inspiración. El verso adquiere una nueva frescura y un nuevo sentido incluido en los diálogos de esta pieza. Se trata de un repaso por los aspectos más desconocidos de la vida de Calderón con un punto de humor que nos apea de la seriedad del dato, y que humaniza la figura del escritor por medio de los sentimientos vertidos en su obra.

Los actores Alex Tormo, José Bustos, Alicia González y Cristina Palomo, (los narradores de esta historia a los que debemos felicitar desde aquí por sus estupendas actuaciones), desde el primer momento consiguen la complicidad del público, dando vida a todo un elenco de personajes bien definidos que se entrecruzan en la vida del joven Calderon, y nos regalan momentos de gran intensidad y emoción. La puesta en escena minimalista, sí, pero cargada de expresividad, y ágil , y la música, en directo, que nos lleva sutilmente de la mano a través de los estados de ánimo de Calderón, hacen que la hora de duración de la obra sea fugaz y nos deje una sonrisa en los labios.

Una fantástica propuesta para los amantes del teatro, de Calderón y de la Historia.
Muy recomendable.

Sala Guindalera. Hasta el 27 de febrero. Sábados y domingos. 20:00 h.




miércoles, julio 07, 2010

Una apuesta cultural segura: Teatro del Siglo de Oro.

Lope, Calderón Tirso, y Guillén de Castro han tomado la escena española como cada año en el Festival de Almagro (hasta el 25 de julio). No obstante, y aunque a alguno le resulte llamativo, el Teatro del Siglo de Oro está más vivo que nunca. Son muchas las compañías teatrales que, repartidas por toda la geografía peninsular, han escogido para su repertorio algunas de estas piezas inmortales. Ni que decir tiene que otras se especializan en estas obras, pero podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el teatro del Siglo de Oro es una apuesta segura.

Ya el año pasado pudimos ver en los Teatros del Canal, la potente representación que Rakatá Teatro hizo de Fuenteovejuna y que no defraudó en modo alguno al público más exigente. En un vídeo promocional algunos de sus principales actores actores actores dejaron bien claro que significaba la puesta en escena de esta obra.





http://eurocom.flv7.com/movies/09_05_07_canalcam_Fuenteovejuna(pasado).flv



Otro buen ejemplo de ello es la pujanza de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que esta temporada ha tenido en cartel cinco comedias de altura: ¿De cuando acá nos vino?, La viuda valenciana, El Narciso en su opinión, El condenado por desconfiado y La moza del cántaro. El enredo tomo las tablas de la forma más insospechada. De su labor sólo se pueden decir cosas buenas, tanto de las adaptaciones, como de la dirección y el elenco de actores. Cada temporada se da al espectador la oportunidad de acercarse al pilar central de nuestra literatura hecho carne y encanto. Valga para muestra un botón.






Una última propuesta fuera del festival, La mujer por la fuerza, todavía en cartel hasta el día 11 de julio, que se representa en la Sala Guindalera (Madrid), es el mejor ejemplo de la fuerza de estos textos. Se trata de una adaptación inteligente que no pierde la chispa en ningún momento, una dirección estupenda por parte de José Amaya, una puesta en escena sencilla pero efectiva y un elenco de actores magnífico (José Bustos, Alex Tormo, Alicia González Rey, yBeatriz Ortega, entre otros). Es la recomendación personal de este blog para todos los que puedan acercarse a la capital antes del próximo domingo.




lunes, mayo 03, 2010

Los Chicos de Historia. Reflexionando sobre la educación


Creo que es la primera que vez que me refiero en este pequeño rincón a una obra de teatro actual. Nunca es tarde. Además, el tema de este montaje teatral está en total consonancia con otras reflexiones, bien sobre la Historia, bien sobre la educación, que ya he hecho anteriormente.

Los Chicos de Historia es una pieza escrita por Alan Benet (1934), reconocido autor teatral, que ha sido traducida por José María Pou, director y actor en la misma. Se trata de una reflexión crítica sobre la vida, el amor y la educación ambientada en la Inglaterra de la Era Thatcher. Distintas formas de encarar la realidad, que pone en escena la confrontación del utilitarismo más materialista y el sentimiento, la emoción y la poesía . Retrato de claroscuros que obliga a la reflexión y que, si bien hace al espectador disfrutar durante toda la obra, deja un cierto regusto amargo al reconocer la realidad más actual.

Ahora bien, y aquí llega la nota para el especialista, Los Chicos de Historia nos deja, a su vez, un retrato bastante exacto del problema de las Humanidades, del que ya hemos hablado. Y trae a nuestro oídos el conocido discurso polemista del relatisvimo, que en la Historia de las escuelas postmodernas (y recordemos que en Inglaterra éste es un fenómeno bastante conocido ) buscaba popularizar el debate historiográfico, dejando a un lado toda verdad y buscando la provocación. Esto puede sonar exagerado, pero quien se haya iniciado en la bizantina materia historiográfica se dará cuenta, como en el telón de fondo, se ponen sobre las tablas algunos clichés bien conocidos en la profesión. Y por encima del tópico, nos damos de bruces con el problema que supone la necesidad de resultados cuantificables que deja a un lado todo lo cualitativo de una educación eficaz. En esta obra, la lucha contra la automatización del pensamiento que se convierte en un canto en favor de la Cultura y el espíritu crítico.

Destacable es, además del argumento, la puesta en escena y el impecable trabajo de los actores, que consiguen mantener al público enganchado durante las 2 horas y media de la función, algo nada fácil en los tiempos que corren. Personajes pequeños que se hacen enormes, acompañando al espectador y haciéndole reconocer retazos de situaciones vividas, pensamientos y convicciones.
Realista, conmovedora, mordaz e inteligente resulta una buena elección para una tarde de teatro.

Muy recomendable. No se la pierdan. Hasta el 9 de mayo en Madrid, en los Teatros del Canal.