Si hace tiempo hicimos un pequeño recorrido por las imágenes en movimiento de la familia real inglesa, hoy nos centramos en la figura del Kaiser Guillermo II (1859-1941), último emperador alemán y rey de Prusia. Nieto de la reina Victoria, fue una de las figuras políticas más polémicas de principios del siglo XX. Agresivo, testarudo, ambicioso, un hombre difícil con demasiado poder. Tenía en sus manos el potencial de una de las grandes potencias europeas.
Visita a Dinamarca (1903)
Luis III de Baviera y Guillermo II
Guillermo II inaugura una placa dedicada al emperador Federico (1904)
El Kaiser y la imperatriz Augusta Victoria visitan una escuela.
Augusta Victoria de Schleswig-Holstein (1858-1921) se había casado con Guillermo en 1881. Tuvieron siete hijos. Era sobrina de la reina Victoria, pues su madre era medio hermana de la reina inglesa. Pese a que generalmente se la presenta como una figura negativa, pues se la consideraba demasiado conservadora, tenía ciertas inclinaciones artísticas y un gran sentido del deber, que se reflejo en su campaña de fundación de escuelas femeninas y numerosas obras de beneficencia. No soportó el suicidio del príncipe Joaquín, lo que la llevó a una profunda depresión que acabó con su vida a los 63 años.
Visita de Jorge V a Berlín (1911)
Jorge V tenía una estrecha relación con sus primos, sobre todo con el Zar de Rusia. El difícil carácter de Guillermo y sus decisiones política acabaron propiciando la ruptura completa e irreparable entre ambos gobernantes.
25 años de reinado (1913)
Guillermo era emperador desde 1888, había cumplido 54 años y con el respeto del pueblo y de las demás casas reales europeas, aquel cuarto de siglo de reinado no pesaba en la ambición del Kaiser que se veía como el gran mediador en el escenario europeo. Un error de cálculo que Alemania pagaría con creces como había ocurrido con la Francia de Napoleón III.
Guillermo II se dirige a los alemanes (1914)
El impacto provocado por el asesinato del Archiduque Francisco Fernando, con quien Guillermo II tenía una estrecha relación de amistad supuso su implicación en lo primeros momentos de la crisis. Pese a lo que hubiera podido pensarse, no se puede achacar al Kaiser la última responsabilidad del desencadenamiento del conflicto.
Pasando revista a las tropas
Sin embargo, una vez iniciada la guerra la ambición de Guillermo supondría que esta sería la imagen que se impondría a su papel inicial como mediador. La Primera Guerra Mundial se había convertido en la "Guerra del Kaiser". Esto no benefició a Guillermo II que acabó dependiendo de sus generales. El kaiser no tenía una gran habilidad militar, estaba muy alejado de la realidad y pasaba con facilidad del mayor optimismo a la decepción y el derrotismo. La cabeza de Alemania dudaba y delegaba en Hindenburg. Él que se había deshecho de Bismark ahora ponía su imperio en guerra en manos de una dictadura militar.
El Kaiser y sus hijos.
Guillermo y Augusta habían tenido siete hijos, seis de los cuales eran varones, Wilhelm (1882-1951), Eitel Friedrich (1883-1942), Adalbert (1884-1948), August (1887-1949), Oskar(1888-1958) y Joachim (1890-1920), y como era de esperar entre los miembros de la realeza, siguieron activamente la tradición militar de los Hohenzollern. Su única hija, Victoria Luisa, sería la más longeva (1892-1980) casada con Ernest August de Hanover fue la madre de la reina Federica de Grecia.
El kaiser en el exilio (1918)
Tras la derrota alemana en la Gran Guerra, la proclamación de la República de Weimar supuso el exilio del Kaiser y su familia. Pasaría el resto de su vida en el castillo de Doorn (Holanda). En 1922 publicaría el primer tomo de sus memorias.
Guillermo II en Doorn
Guillermo II habla desde el exilio.
El Kaiser y su segunda esposa la princesa Herminia.
Tras la muerte de la emperatriza en 1921, el Kaiser volvió a contraer matrimonio con la princesa Herminia de Schoenaich.
El Kaiser cumple 70 años (1929)
El derrumbe de la República de Weimar, la crisis del 29 y el ascenso nazi darían esperanzas al Kaiser del regreso de la monarquía, pero para Hitler y sus jerarcas no había nada más lejos de la realidad. Guillermo no era más que una figura retórica que utilizar a su favor, como ya había hecho con la absorción de otros símbolos históricos del Sacro Imperio Romano Germánico. Pese a las promesas de Guillermo de apoyo y sus felicitaciones por los éxitos militares, nunca hubo un acercamiento oficial. Su hijo Guillermo de Prusia (Wilhelm) ya se había desencantado y retirado de la política tras los sucesos de la Noche de los Cuchillos largos (1934).
Funerales del Kaiser (1941)
Guillermo II murió el 4 de junio de 1941 en su retiro de Doorn, no llegó a ver el final de la contienda. Tenía 82 años. Al menos se cumplió su deseo de que los símbolos nazis no presidieran su funeral.
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