sábado, abril 24, 2010

Oficios mundanos: El retrato del sastre desde la Edad Moderna al costumbrismo decimonónico.


En el mundo moderno la posición de los gremios lastra y proteje, al mismo tiempo, al artesanato. El establecimiento de ordenanzas, cofradías, exámenes de maestría y tasas sobre los precios articulaba el devenir de estas actividades, que si bien, en un primer momento, no tenían que ser obligatoriamente hereditarias. Existen mecanismos de protección dentro del cada oficio (exámenes de maestría, manuales, tasas...) que buscaban garantizar la calidad de los trabajos. Son herramientas comunes, pero la visión que la sociedad del momento tiene de cada uno de estos profesionales es muy diferente. Existen imágenes prototípicas dentro del imaginario popular que tienen su base en comportamientos colectivos. En la sociedad estamental cada individuo tiene un papel definido y los estereotipos se forman a partir de la conciencia de esta división socioeconómica.

El sastre. G.B. Moroni (1570-1575) National Gallery.

Entre los artesanos urbanos se da mucha importancia en la honorabilidad del oficio y la consideración social que reclaman los oficiales, ya que el espíritu del corporativismo; les presenta como un grupo separado del común, aun siendo parte del mismo estamento. En el caso castellano, sabemos por la literatura de viajes del momento, que entre los extranjeros llamaba mucho la atención que hasta el más ruin artesano se preciaba de llevar espada, algo propio de la nobleza en otros países, y que está en relación directa con esta pretensión.

Este reclamo tendrá una carga peyorativa en el imaginario popular, que se refleja en la literatura y se representa en el teatro; de este modo, podemos citar como un buen ejemplo el papel del sastre verdadero en la pieza de Juan de la Flor El caballero sastre, que se queja del trato recibido al ser víctima de la suplantación de Don Diego, “habiendo servido él en la casa por espacio de un año”. También se prestan a una serie de chistes jocosos sobre el sentido común de los oficiales artesanos:

“Hernández, no digas tal
tanta gracia, y compostura
tanto ser, tanta cordura
le da el cielo a un oficial”

Particularmente en el caso de los sastres y los tejedores la sátira reside en su apego al dinero y la pereza que se les atribuye.

“El tejedor del villar, güelga toda la semana y el domingo quiere trabajar”

Bernardino de Sahagún, en su obra Historia de las cosas de Nueva España, en el tomo tercero, hace una perfecta caracterización de cómo debe ejercerse este oficio y de los vicios que se le achacan a estos profesionales:

"El sastre sabe cortar, proporcionar, y coser bien la ropa. El buen sastre es buen oficial, entendido, hábil, y fiel en su oficio, el cual sabe muy bien coser, juntar los pedazos, repulgar, hechar ribetes, y hacer vestidos conforme á la proporcion del cuerpo: pone alamares y cayreles, al fin hace todo su poder por dar contento á los dueños de las ropas. El mal sastre usa engaño y fraude en el oficio, hurta lo que puede, (a) y lo que sobra del patio todo lo toma para sí: cose mal y da puntadas largas, pide mas de lo que es justo por el trabajo, ni sabe hacer cortesía, sino que es muy tirano."pp.24.

Son estos vicios los que se encuentran en la raíz del tópico del sastre fanfarrón y ladrón, es así que en la obra de Tirso de Molina, Santo y sastre, se juega con la negación de cualquier virtud en quienes ejercen este oficio. En boca del gracioso Pendón enuncia Tirso el tipo y la fama:

"Pendón: ¿Santo y sastre?
¿Blanco y negro? ¿Fuego y frío?
Los sastre sirven de lastre:
hacia las bombas obscuras,
cargado de sisaduras,
mal podrá volar un sastre.
(...)
Mirén, si lo dije yo:
¿sastre y santo? ¡cosa rara!
Cuervo blanco, nieve negra,
luz obscura, firme paja,
sol de noche, poeta rico,
caballero sin mohatras,
viuda de noche y sin duende,
doncella no pellizcada,
contabajo y beber agua
es decir que hay sastre y santo."

La moraleja de la pieza es la demostración de la santidad del protagonista, y es otra vez Pendón, tan irreverente, quien justifica la santidad del oficio haciéndolo descender de la creación y nombrando a Dios como el primer sastre.

"Pendón: Eso no lo sufriré,
que ser sastre profesé
desde hoy cosiendo a destajo
y aunque de moneda falto,
contra necios que le infaman
y oficio bajo le llaman,
y tanto lustre le dan
los libros (citarlos quiero),
que Dio fue el sastre primero
que vistió a Eva y a Adán;
Dios se llama alfa y omega,
y el sastre es, por más quilate,
en Portugal, alfayate,
con que el alfa se le pega.
Y siendo Dios uno y trino,
que este oficio comenzó,
el nombre de tres le dio
cuanda al sastre a nombrar vino,
aunque corrupto después.
pues por ser tan singular,
los sastres quiso llamar
no sastres, sino san tres. (...)"


Esta visión se va a perpetuar hasta el siglo XIX, cómo podemos ver en la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, de 1832, dice :

"SASTRE, m. La persona que tiene el oficio de cortar vestidos y coserlos. Sarlor. ||corTo Sastre, met. y fam. El que tiene corta inteligencia en alguna materia de que se trata. Exigui ingenii bomo.\\ Entre SasTres No Se Pagan Hechuras, fr. fam. que explica la atención y cortesanía que suelen usar entre sí las personas de un empleo, ejercicio ú oficio. Ejusdem muncris su— mus, muñera absintvel merces. ||ser Buen Sastre, fr. met. y fam. que se usa para ponderar la habilidad, comprensión y des.treza que alguno tiene en algún arte, facultad ó ciencia. Apprime industrtus, sollers, ingeniosas.\\bl Sastre Del Cantillo ó DEL CAMPILLO, QUE COSÍA DE BALDE Y Ponía El Hilo. expr. que se aplica al que además de trabajar sin utilidad, le tieng alguna costa el trabajo." pp.677.

Es también en este momento cuando obras como Fisiología del Sastre de L. Huart, 1842, que puede encuadrarse en el marco de la literatura costumbrista, que con el pretexto de rebatir el tópico establecido, lo fomenta y lo respalda con ironía. Dice su autor en el prólogo:

" Así pues declaro en alta é inteligible voz, por medio de mi pluma, que el oficio de sastre es el mas moral, noble, poético y filantrópico de todos los oficios.

Si señor, de todos los oficios, sin esceptuar el de librero editor, ni el de cura-callos, ni el de par de Francia, ni ningun otro ; y sin cmbargo Dios sabe si aprecio yo á estas diversas clases de la sociedad en lo que ellas valen; sobre todo la de los editores que pagan al contado.

Si se digna Vd. honrarme con un momento de atencion, le probaré con la mayor claridad que, de los cuatro laudatorios epitetos que acabo de aplicar al oficio de que vamos tratando, ni uno solo está de sobra. En primer lugar, es moral:—acerca de este punto ni Vd. ni yo podemos alimentar sombra de duda, — porque ¿ha habido cosa mas inmoral que el vestido usado por los hombres antes de que se inventasen los pantalones? (...)¡Indecente cosa era esta, á fe mia, sobre todo en otoño, época del año en que tan difícil.suele ser el dar con hojas de árboles!

La moral y la virtud no cuentan otra fecha sino la de aquel siglo en que un hombre de je no, ó, lo que es mejor, un hombre, de bien inventó los calzones,-¡hombre de jenio y de bien, yo te bendigo!" pp.3-4.

El oficio de sastre se convierte en uno de los más comunes en la representación de folletín y sobre el se glosa mucho en el refranero. De caballero pretendido y ladrón a santo de pacotilla.

2 comentarios:

Patricia dijo...

Muchísimas gracias por publicar este blog, me ha interesado especialmente este artículo sobre los sastres.
Me pregunto si parte de esta peyorización de oficio viene por el hecho de ser un colectivo ejercido (aunque no mayoritariamente) por moriscos y judíos durante la edad media.
No sabrá por casualidad alguna monografía donde poder consultar la historia de este oficio en la Edad Media?

Un saludo muy cordial y muy agradecido

Nonnullus dijo...

Muchas gracias, Patricia. No sé si llego a tiempo, pero acabo de ver tu comentario. Siempre son muy gratificantes comentarios como el tuyo.

Tienes razón en lo que dices sobre la visión peyorativa de este oficio en relación con parte de los miembros del gremio. Aunque está en consonancia también con la visión que se tiene del trabajo manual entre las élites de la sociedad estamental.

Sobre lo que me dices, hay un artículo muy bueno sobre los libros de sastres y puede servirte alguno de los siguientes:

http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=108493&orden=0

http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=308263&orden=62183

http://campus.usal.es/~revistas_trabajo/index.php/Studia_H_Historia_Medieval/article/viewFile/1256/1331

Y si quieres ver un buen ejemplo de libro de sastre, aquí tienes uno de 1720:
http://books.google.es/books?id=LOPc3rKe1-gC&printsec=frontcover&dq=Juan+Albayzeta&source=bl&ots=25vn5Sm89e&sig=z8kEgIU1vNk0UNVG-J7jB2jMyiI&hl=es&ei=C3vuTMm0Lo6DhQeqmOCKDA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=3&ved=0CCkQ6AEwAg#v=onepage&q&f=false

Espero haberte sido de ayuda.
Un saludo.