Aunque a priori hay quien pudiera pensar que la única diferencia con otros dispositivos es el tamaño de su pantalla (9"), hay que decir que la realidad va mucho más allá. El Booq avant XL no sólo tiene una pantalla más grande, permite hacer zoom en las páginas y su pantalla es táctil, y aunque estaba pensado para mejorar la lectura de comics y prensa, aplicado a nuestro campo permite trabajar de una forma más efectiva con documentación histórica.
En general, el manejo del aparato es bastante sencillo e intuitivo, con lo cual un principiante en el uso de este tipo herramientas tecnológicas se puede sentir cómodo en la toma de contacto, y ante cualquier duda el manual del usuario que bqreaders pone a nuestra disposición es bastante completo y claro.
Puede accederse a los archivos bien a través del menú principal que aparece tras el encendido:
O bien por medio de la opción de ver archivos en carpeta (gestor de ficheros).
El principal problema que hasta ahora se le presentaba al investigador con la digitalización de la documentación era encontrar el soporte adecuado para leer y trabajar con ella. La fatiga y los daños oculares que provocan las pantallas con retroiluminación suponían un obstáculo importante. La tinta electrónica elimina ese problema y nos permite leer. Las mejoras en la pantalla del Avant XL eliminan los brillos, lo que todavía hace más cómoda la lectura.
Además es táctil, pues se trata de una pantalla capacitativa Sipix, es decir se activa por medio de calor, reaccionando al contacto de los dedos. Ello nos permite tener un contacto más directo si cabe con el dispositivo y un acceso más inmediato a los archivos. Por ejemplo, además de las teclas del lateral derecho ofrece la posibilidad de pasar las páginas fácilmente pasando el dedo sobre la pantalla. El mismo gesto también nos permite movernos por una página ampliada. El intervalo entre las páginas depende del tamaño del archivo. A mayor tamaño, mayor tiempo de espera, aunque se trata de segundos.
Si a esto le añadimos la posibilidad de insertar notas por medio de su teclado en nuestros documentos, hablamos de un dispositivo a tener muy en cuenta en el ámbito de la investigación. el teclado virtual en un pricipio puede tener algunas dificultades de uso, por falta de costumbre principalmente, pero es bastante cómodo.
En el caso de que nuestros documentos con reconocimiento de texto la opción de búsqueda puede ser tremendamente útil, y podemos saltar de una página a otra tanto presionando sobre el número de página que aparece en la pantalla como utilizando la opción del menú interno al que accede pulsando la tecla: Este menú tiene varias opciones:
Ya hemos mencionado las notas, pero debemos destacar la posibilidad de insertar marcadores, pasar página, la presentación de las mismas o el índice interno, y si trabajamos con bibliografía anglosajona podemos utilizar, dentro de las opciones de este menún también, un útil diccionario inglés-español que funciona pulsando sobre la palabra que queremos traducir.
En este vídeo se puede ver una primera muestra de uso (disculpad la calidad de la imagen) :
En general, el manejo del aparato es bastante sencillo e intuitivo, con lo cual un principiante en el uso de este tipo herramientas tecnológicas se puede sentir cómodo en la toma de contacto, y ante cualquier duda el manual del usuario que bqreaders pone a nuestra disposición es bastante completo y claro.
Puede accederse a los archivos bien a través del menú principal que aparece tras el encendido:
O bien por medio de la opción de ver archivos en carpeta (gestor de ficheros).
El principal problema que hasta ahora se le presentaba al investigador con la digitalización de la documentación era encontrar el soporte adecuado para leer y trabajar con ella. La fatiga y los daños oculares que provocan las pantallas con retroiluminación suponían un obstáculo importante. La tinta electrónica elimina ese problema y nos permite leer. Las mejoras en la pantalla del Avant XL eliminan los brillos, lo que todavía hace más cómoda la lectura.
Además es táctil, pues se trata de una pantalla capacitativa Sipix, es decir se activa por medio de calor, reaccionando al contacto de los dedos. Ello nos permite tener un contacto más directo si cabe con el dispositivo y un acceso más inmediato a los archivos. Por ejemplo, además de las teclas del lateral derecho ofrece la posibilidad de pasar las páginas fácilmente pasando el dedo sobre la pantalla. El mismo gesto también nos permite movernos por una página ampliada. El intervalo entre las páginas depende del tamaño del archivo. A mayor tamaño, mayor tiempo de espera, aunque se trata de segundos.
Si a esto le añadimos la posibilidad de insertar notas por medio de su teclado en nuestros documentos, hablamos de un dispositivo a tener muy en cuenta en el ámbito de la investigación. el teclado virtual en un pricipio puede tener algunas dificultades de uso, por falta de costumbre principalmente, pero es bastante cómodo.
En el caso de que nuestros documentos con reconocimiento de texto la opción de búsqueda puede ser tremendamente útil, y podemos saltar de una página a otra tanto presionando sobre el número de página que aparece en la pantalla como utilizando la opción del menú interno al que accede pulsando la tecla: Este menú tiene varias opciones:
Ya hemos mencionado las notas, pero debemos destacar la posibilidad de insertar marcadores, pasar página, la presentación de las mismas o el índice interno, y si trabajamos con bibliografía anglosajona podemos utilizar, dentro de las opciones de este menún también, un útil diccionario inglés-español que funciona pulsando sobre la palabra que queremos traducir.
En este vídeo se puede ver una primera muestra de uso (disculpad la calidad de la imagen) :
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