martes, mayo 25, 2010

La poesía de Diego Hurtado de Mendoza se hace música

Diego Hurtado de Mendoza. Retrato anónimo, s. XVI.

A veces, nos encontramos con sorpresas muy agradables en los lugares más inesperados, un concierto nocturno, por ejemplo. Cinco siglos después del nacimiento de Don Diego Hurtado de Mendoza (1503-1575), poeta y diplomático nacido granadino, su poesía cobra vida en forma de canción. La cantante Mónica Molina incluye bajo el título "La confianza es amor", una adaptación del poema "Definición de los celos", pieza escrita en quintillas. El nombre de Hurtado de Mendoza saltaba a los titulares hace escasamente un par de meses, cuando Mercedes Agulló, le presentaba como autor, según sus investigaciones, del Lazarillo de Tormes, por ello resulta curiosa ver revitalizada y puesta a disposición del gran público una parte de su obra, aunque ésta sea una parte muy pequeña dentro de sus composiciones varias y su producción en prosa como es el caso de la Historia de las Guerras de Granada. Cierto, que dentro de la historia reciente de la música española ha habido otros adaptaciones parecidas como las realizadas por Serrat con Machado y Miguel Hernández, o las de los textos de Lorca, pero en ningún caso, al menos yo todavía no he tenido noticias de ello, se había hecho tan alejado en el tiempo. Cierto también que el tema, los celos, es lo suficientemente universal para encajar en el repertorio de Mónica Molina. Pero mejor les dejo que sean ustedes los que juzguen esta pequeña curiosidad.

El poema original dice lo siguiente:

Definición de los celos (En quintillas)

Dama de gran perfección,
valor y merecimiento,
aquí, Señora, os presento
aquesta difinición
de celos y su tormento.

Y aunque no sea mi oficio
ni toque a mi profesión,
con entrañable afición
de haceros algún servicio,
diré que son y no son.

No es padre, suegro, ni yerno,
ni es hijo, hermano, ni tío,
ni el mar, arroyo, ni río,
no es verano, ni es invierno,
ni es otoño, ni estío.

No es ave ni es animal,
ni es luna, sombra ni sol,
becuadro, ni bemol,
piedra, planta, ni metal,
ni pece, ni caracol.

Tampoco es noche ni día,
ni hora, ni mes, ni año,
ni es lienzo, seda, ni paño,
ni es latín ni algarabía,
ni es ogaño ni fue antaño.

Y por más no ir dilatando,
ni proceder a infinito,
mil cosas de decir quito,
y ahora iré declerando
lo que de ellos hallo escrito.

Son celos exhalaciones
que nacen del corazón,
sofística presunsción,
que pare imaginaciones
de muy pequeña ocasión.

Es envidia conocida,
que no sabe contentarse,
una paz interrompida,
yerba en el alma nacida,
muy difícil de arrancarse.

Es jara en yerba tocada,
aljaba que pare flechas,
una traición embozada,
de contrarios rodeada,
cárcel de dos mil sospechas.

Sello, que donde se sella,
tarde o nunca se desprende,
purga que mata bebella,
y es un fuego que se enciende
de muy pequeña centella.

Es una fuente de enojos,
río de muchas corrientes,
camisa hecha de abrojos,
rejalgar para los ojos,
neguijón para los dientes.

Es una fiera muy brava,
que allá en las entrañas mora,
casa do siempre se llora,
y la verdad es esclava,
y la sospecha señora.

Manjar de ruin digestión,
que mandan que no se coma,
es un pasquin que hay en Roma,
un doméstico ladrón,
de las entrañas carcoma.

Dice un devoto señor,
a quien esta plaga alcanza,
que celos nacen de amor;
y respóndele un doctor:
"No hay amor sin confianza."

Ellos son que es cosa, y cosa
que no se deja entender,
un querer y no querer;
no es rosa ni mariposa,
ni son comer ni beber.

Pero si pensar quereis
más de lo que digo yo,
veréis que no es si ni no,
ni cosa que hallaréis,
porque sola se crió.

No le puso su nombre Adán,
ni ellos tienen haz ni envés;
pero si hallarlos quereis,
sabed, Señora, que están
donde vos tenéis los pies.

La letra adaptada es :

La confianza es amor

No es padre, suegro, ni yerno,
ni es hijo, hermano, ni tío,
ni el mar, arroyo, ni río,
no es verano, ni es invierno,
ni es otoño, ni estío.

No es ave ni es animal,
ni es luna, sombra ni sol,
becuadro, ni bemol,
piedra, planta, ni metal,
ni pez, ni caracol.

Tampoco es noche ni día,
ni hora, ni mes, ni año,
ni es lienzo, seda, ni paño,
ni es latín ni algarabía. (BIS)

Son celos exhalaciones
que nacen del corazón,
es envidia conocida,
hierba en el alma nacida.

No es padre, suegro, ni yerno,
ni es hijo, hermano, ni tío,
ni el mar, arroyo, ni río,
no es verano, ni es invierno,
ni es otoño, ni estío.

Y la verdad es esclava,
y la sospecha señora,
de celos nacen de amor,
no hay amor sin confianza,
la confianza es amor.

Tampoco es noche ni día,
ni hora, ni mes, ni año,
ni es lienzo, seda, ni paño,
ni es latín ni algarabía. (BIS)


Aquí les dejo la estupenda interpretación de Mónica Molina:

sábado, mayo 08, 2010

Genio y figura: Retrato grupal de la cultura peninsular (1870 - 1936)

El escenario peninsular se convirtió en un hervidero cultural desde mediados del siglo XIX. En este panorama se conformaron los grupos artísticos y literarios en los que van a germinar, de forma particular, la principales tendencias creativas del momento. Los vientos generales de Europa llegan a la Península y topan con una grey de geniales personajes que van a hacerlas suyas y a reinventar, cada una a su manera, la forma de contar historias. Es el momento de la Europa de las Generaciones Literarias.

Bajo la definición de generaciones se agrupan, en diferentes momentos, toda una serie de autores, que no se van a ver coartados por un criterio cronológico, sino que serán la evolución de su obra y sus vivencias personales quienes los conviertan en miembros de uno o de varios grupos. Podremos encontrar, incluso, personajes presentes en todos ellos, no como miembros, sino como espectadores, biografos, y cronistas, que si bien tuvieron relación estrecha con sus miembros no pueden considerarse parte de ellos, llegando incluso a autoexcluirse.

Curiosamente, y como venía ocurriendo con otras cuestiones del panorama sociopolítico de ambos países, vamos a encontrar paralelismo y similitudes también en el caso literario y pictórico.


España

La Generación del 98


La Generación del 98 es por excelencia la generación literaria más representativa dentro de la Historia de la Literatura española. El denominador común de este movimiento está en el sentimiento de pérdida tras el Desastre de 1898, con la desaparición de los últimos vestigios del imperio colonial español. A partir de este momento, el Regeneracionismo será la tónica común en todos los autores miembros de este grupo. Será con ellos con quienes aparezca la figura del intelectual como se entiende en la actualidad, que nacerá del pensamiento unamuniano.


Los miembros integrantes de esta generación fueron:

- Ángel Ganivet (1865 - 1898), escritor y diplomático.
- Miguel de Unamuno (1864 –1936), escritor y filósofo.
- Enrique de Mesa (1878 - 1929), poeta y crítico teatral.
- Ramiro de Maeztu (1875 - 1936), escritor.
- Azorín (1873 - 1967), escritor.
- Antonio Machado (1875 - 1939), poeta.
- Pío Baroja (1872–1956), escritor.
- Ricardo Baroja (1871 - 1953), pintor, grabador y escritor.
- Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936), dramaturgo, poeta y novelista.
- Ramón Menéndez Pidal ( 1869–1968) filólogo, historiador, folclorista y medievalista.
- Vicente Blasco Ibáñez (1867 - 1928), escritor, periodista y político.
- Jacinto Benavente ( 1866 - 1954), dramaturgo y director, guionista y productor de cine.
- Ignacio Zuloaga (1870 -1945), pintor.
- Isaac Albéniz (1860- 1909), compositor y pianista.
- Enrique Granados (1867 - 1916), compositor y pianista
- Ciro Bayo y Segurola (1859-1959), escritor.
- Manuel Bueno (1873-1936), escritor y periodista.
- Mauricio López-Roberts (1873 - 1940), escritor y diplomático.
- Luis Ruiz Contreras (1863-1953), escritor, traductor y periodista.
- Rafael Urbano (1870-1924), escritor, periodista, helenista, traductor, humorista y teósofo.

Partidarios de la sobriedad y de la reflexión filosófica. Su preocupación por los problemas del país les llevará en un primer momento a buscar las soluciones a las lacras de la España turnista en su europeización, para apostar en una segunda etapa por una introspección y un regreso a las raíces, que dará lugar al casticismo y a una visión tendente al folklorismo bastante enriquecedora. No sólo se busca la reafirmación histórica de la Castilla poderosa, sino que se ensalzan las virtudes de sus gentes y se enaltece e idealiza la diversidad y al belleza de sus paisajes. Esta dualidad filosófica y estética será la que distinga sus obras de la producción modernista (vertiente puramente esteticista de rasgos americanistas con Rubén Darío a la cabeza) y del Regeneracionismo puro (que centrado en la búsqueda de soluciones para la maltrecha situación del país)

La obra de Zuloaga, Mis Amigos, es realmente una visión del panorama cultural español del momento que reune a las principales figuras del 98 con algunos de los más destacados representantes de la siguiente generación.





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La Generación de 1914 y la Tertulia del Café Pombo


La llamada Generación del 14, también denominada en su conjunto como Novecentismo, comparte con el grupo anterior el interés por la renovación del país tras la pérdida de las colonias, pero con la diferencia de que las propuestas de cambio vendrán de la élite, se buscará la apertura, el cosmopolistimo y la transgresión, dejando a un lado todo sentimentalismo. Se define por una profunda ruptura con el pasado, y se entiende como un paso previo necesario a las vanguardias que estaban por llegar ya en la década de los años 20.

- José Ortega y Gasset (1883 – 1955), filósofo y ensayista.
- Eugenio d'Ors (1882 - 1954), escritor, ensayista, periodista, filósofo y crítico de arte.
- Manuel Azaña (1880 - 1940), político y escritor.
- Gregorio Marañón (1887 -1960) fue un médico, científico, historiador, escritor y pensador.
- Rafael Cansinos Asséns (1882 –1964), escritor, poeta, novelista, ensayista, crítico literario y traductor.
- Gabriel Miró (1879 -1930), escritor.
- Ramón Pérez de Ayala ( 1880 - 1962), escritor y periodista.
- Benjamín Jarnés (1888-1949), novelista, narrador de cuentos y relatos breves, ensayista,
biógrafo, crítico literario y traductor.
- Wenceslao Fernández Flórez (1885 - 1964), narrador, periodista y humorista.
- Félix Urabayen (1883 - 1943), periodista, escritor y político.
- Ramón J. Sender (1902 - 1982), novelista.
- Ramón Gómez de la Serna (1888 – 1963), prolífico escritor y periodista vanguardista.
- Juan Ramón Jiménez (1881 – 1958), poeta.
- María de Maeztu (1881 – 1948), pedagoga.
- José Bergamín (1895 - 1983), escritor, ensayista, poeta y dramaturgo.
- Corpus Barga (1887 - 1975), poeta, narrador, ensayista y periodista.
- Rosa Chacel (1898 - 1994), escritora.
- Max Aub (1903 – 1972), escritor hispano-mexicano de origen alemán.
- Francisco Ayala (1906 - 2009), escritor.
- Óscar Augusto del Razo
- Concha Espina ( 1869 - 1955), escritora.
- Salvador de Madariaga (1886 - 1978) fue un diplomático, escritor, historiador y pacifista.
- Ramón de Basterra (1888 - 1928), poeta, diplomático y escritor.
- Claudio Sánchez Albornoz (1893 – 1984), historiador.
- Américo Castro (1885 - 1972), filólogo, cervantista e historiador.
- Pablo de Azcárate (1890 - 1971), político, jurisconsulto, diplomático e historiador.
- Manuel García Morente (1886 – 1942), filósofo.
- Jacinto Grau (1877 - 1958), dramaturgo.
- Josep Carner (1884 - 1970), poeta, periodista, autor de teatro y traductor.
- Óscar Esplá (1889 - 1976), compositor.
- Joaquín Turina (1882 - 1949), compositor.
- Conrado del Campo (1878 - 1953), compositor, violista, director y profesor.
- José Gutiérrez Solana (1886 - 1945) fue un pintor, grabador y escritor expresionista.
- Joaquín Torres García (1874 - 1949), artista plástico y teórico del arte.
- Esteban Cabrera
- Joaquín Sunyer (1874 - 1956), pintor.
- Josep Maria Sert (1874 – 1945), pintor.
- Josep Clarà (1878-1958), escultor.
- Arístides Maillol (1861-1944), escultor.
- Manuel Hugué (1872-1945), pintor y escultor.

Es ésta una generación de escritores más sistemática y científica que la anterior, partidaria del Clasicismo y de la exaltación de la pureza del Arte. Todos ellos van a encarnar a la perfección la recién inventada figura del intelectual. Se trata de un movimiento que tuvo en la capital su principal foco de actividad. Era aquél el Madrid de las tertulias, en donde en cada café y cada rincón parecía surgir un retazo de la bohemia intelectual. Reuniones apasionadas en las que la chispa del intelectualismo, puro y duro, se encendía con facilidad.

El cuadro de 1920 La Tertulia del Café Pombo, es un fiel retrato de este mundo. En él aparecen retratados los siguientes personajes:

- Tomás Borrás (1891 - 1976), periodista, comediógrafo, novelista y autor de cuentos.
- Manuel Abril (1884 - 1943), escritor, periodista y crítico de arte.
- José Bergamín (1895 - 1983), poeta, crítico, ensayista y autor teatral.
- José Cabrero, pintor santanderino.
- Ramón Gómez de la Serna (1888 – 1963), ecritor, creador de un género nombrado por él mismo como 'greguerías'.
- Mauricio Bacarisse (1895 - 1931), poeta, novelista y ensayista.
- José Gutiérrez Solana (1886 - 1945), pintor y autor literario.
- Pedro Emilio Coll (1872 - 1947), escritor venezolano.
- Salvador Bartolozzi (1882 – 1950), pintor y dibujante.

Aunque en el cuadro de Gutiérrez Solana sólo aparecen nueve de sus miembros, la Tertulia del Café Pombo incluía a muchos más escritores y artistas. Gómez de la Serna es una de las figuras más representativas del momento. Hombre polifacético y controvertido será uno de los ejes centrales de las vanguardias en nuestro país.


La influencia del Novecentismo se extenderá hasta comienzos de los años treinta, cuando el surrealismo cope la escena intelectual internacional.



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La Generación de 1927


Reunidos en torno a los actos conmemorativos del centenario de Góngora aparece un heterogéneos de autores y artistas que experimentan con el surrealismo y las vanguardias como el Creacionismo o el Neopopularismo. Aunque principalmente el este grupo estaba compuesto por poetas, no se excluyen de él a novelistas y prosista, ni a pintores y músicos.En los manuales se limita a diez el número de sus componentes, siendo estos: Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, que, por otra parte, deben ser considerados el núcleo central, y pueden ser denominados como Grupo Poético de 1927. Sin embargo, la nómina real de integrantes de la Generación del 27 es mucho más amplia, de manera que por orden cronológico estuvieron incluidas en ella las siguientes figuras:

- Rogelio Buendía (1891–1969)
- Valentín Andrés (1891–1982)
- Pedro Salinas (1891–1951)
- Juan Guerrero Ruiz (1893–1955)
- Jorge Guillén (1893–1984)
- Miguel Valdivieso (1897–1966)
- Josep Moreno Gans (1897–1976)
- Antonio Espina (1894–1972)
- Mauricio Bacarisse (1895–1931)
- Rafael Laffón (1895–1978)
- Juan Larrea (1895–1980)
- Gerardo Diego (1896–1987)
- Antonio de Lara (1896–1978)
- José Fernández Montesinos (1897–1972)
- Agustín Espinosa (1897–1939)
- Amado Alonso (1897–1952)
- Gregorio Prieto (1897–1992)
- Dámaso Alonso (1898–1990)
- Juan José Domenchina (1898–1959)
- Concha Méndez (1898–1986)
- Federico García Lorca (1898–1936)
- Vicente Aleixandre (1898–1984)
- Ernesto Giménez Caballero (1899–1988)
- Edgar Neville (1899–1967)
- Paulino Masip (1899–1963)
- Rafael Porlán (1899–1945)
- Emilio Prados (1899–1962)
- Rafael Dieste (1899–1981)
- Francisco Madrid (1900–1952)
- Juan Chabás (1900–1954)
- Guillermo de Torre (1900–1971)
- Alejandro Collantes de Terán (1901–1933)
- Enrique Jardiel Poncela (1901–1952)
- Pedro Garfias (1901–1967)
- Ramón J. Sender (1901–1982)
- Andrés Carranque de Ríos (1902–1936)
- Pedro Pérez-Clotet (1902–1966)
- Rafael Alberti (1902–1999)
- Luis Cernuda (1902–1963)
- Felipe Alfau (1902–1999)
- Luis Amado-Blanco (1903-1975)
- Agustín de Foxá (1903–1959)
- Max Aub (1903–1972)
- José López Rubio (1903–1996)
- Antonio Oliver (1903–1968)
- Alejandro Casona (1903–1965)
- José María Hinojosa (1904–1936)
- Juan Gil-Albert (1904–1994)
- Joaquín Romero Murube (1904–1969)
- José María Souvirón (1904–1973)
- José María Luelmo (1904–1991)
- Ernestina de Champourcín (1905–1999)
- Miguel Mihura (1905–1977)
- Pedro García Cabrera (1905–1981)
- Emeterio Gutiérrez Albelo (1905–1969)
- Manuel Altolaguirre (1905–1959)
- Francisco Ayala (1906-2009) Último miembro de esta generación en fallecer.
- Rafael de León (1908–1982)
- Miguel Hernández (1910–1942)

El grupo se encontraba en su mayor auge creativo cuando estalló el golpe de estado del General Franco y dio comienzo la Guerra Civil en España. El conflicto afectó de lleno al grupo, que quedó dividido, muriendo durante la guerra o en prisión algunos de los personajes más representativos de esta generación, como fue el caso de Federico García Lorca y de Miguel Hernández. La división política llevó al exilio a la mayor parte de los integrantes del grupo, que se repartieron por EE.UU. y América Latina principalmente. Esto supuso la disolución del grupo y la evolución en distintos sentidos de la obra de cada uno de ellos.

El impacto que causó la Guerra Civil Española y posteriormente la Segunda Guerra Mundial en los miembros supervivientes del grupo hizo que se convirtiese en un tema recurrente, junto al sentimiento de pérdida, el exilio interior y la homosexualidad en la obra de estos autores. Se considera a esta etapa la Edad de Plata de la literatura española.



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Portugal


A Geração do 70 y Os Vencidos da Vida


La Geração de 1870 o de Coimbra había nacido por un contacto inicial en el entorno universitario de aquella ciudad. Uno de los rasgos característicos en la literatura de estos jóvenes autores, que pueden sumergirse en el mundo periodístico sin dejar de lado la producción poética o la novela, es plasmar su deseo de aperturismo hacia Europa. Para ellos es la modernidad europea la que salvará al Portugal marchito, atrasado y sometido. Políticos, aristócratas y periodistas que en sus años juveniles se rebelaron contra el Romanticismo literario, que consideraban anticuado. Envueltos en constantes polémicas, las cabezas visibles de este movimiento fueron Eça de Queiroz, Ramalho Ortigão y Antero do Quental.

Al igual que les ocurriría a los noventayochistas españoles, poco a poco la opción europeísta se agota. La disolución moral del país parece agravarse y aquellos jóvenes son ahora personajes de importancia en la sociedad portuguesa que se ven en la obligación de impulsar una dura crítica de las costumbres morales. Pasados los años, será Ramalho Ortigão quien se decida a integrar un segundo grupo, informal, más en consonacia con la nueva óptica de la realidad portuguesa que estos autores habían adquirido con el paso del tiempo y la experiencia. Así nace el grupo de Os Vencidos da Vida, para el cual el pesimismo por la pérdida de identidad del país se intenta combatir con una búsqueda de las raíces, un "reaportuguesamiento". Dentro de su programa, la restauración del prestigio perdido de la monarquía y del rey Carlos I, quien sería miembro honorario del grupo, se presentan como la única solución a los males del país y que conseguría liberar a Portugal de los intereses británicos.

Todos sus miembros habían pertenecido o tenían fuertes lazos con la Geração do 70. El grupo, con sede en el Café de Tavares, estuvo activo desde 1887 hasta 1894, y suscitó muchas envidias y violentas críticas, como las realizadas por el dramaturgo Abel Botelho, cuya obra homónima Os vencidos da vida fue censurada y retirada por difamación.

Este movimiento estaba formado por:

-José Duarte Ramalho Ortigão, (1835-1915), escritor.
-Joaquim Pedro de Oliveira Martins, (1845-1894), político e historidor.
-António Cândido Ribeiro da Costa, (1852-1922), clérigo, orador y político.
-Guerra Junqueiro, (1850-1923), periodista, diputado, escritor y poeta.
-Luís de Soveral, (1851-1922), diplomático
-Francisco Manuel de Melo Breyner, III conde de Ficalho,(1837-1903)
-Carlos de Lima Mayer.
-Carlos Lobo de Ávila, (1860-1895), escritor, periodista, diputado y Ministro de Estado.
-António Maria Vasco de Mello Silva César e Menezes, IX Conde de Sabugosa,(1851-1923), escritor, poeta, diplomático y alto funcionario.
-Eça de Queirós, (1845-1900), escritor, jurista y diplomático.


Fue, sin lugar a dudas, la generación de escritores más importantes de la literatura portuguesa contémporánea y sus nombres pueden incluirse entre los grandes clásicos literarios del siglo XIX.



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O Grupo do Leão (1881-1889)



En relación con el movimiento anterior, O Grupo do Leão tuvo la peculiaridad de ser una tertulia formada exclusivamente por pintores y dibujantes portugueses, introductores y representantes destacados del naturalismo y del realismo pictórico en este país. Recibía su nombre por tener la costumbre de reunirse en la Cervejaria del Leão do Ouro. La fuerza pictórica de algunas de su obras retrata la esencia más tradicional y representativa del Portugal de finales del siglo XIX.


El grupo estaba formado por trece pintores: Henrique Pinto, José Malhoa, João Vaz, Silva Porto, António Ramalho, Moura Girão, Rafael Bordalo Pinheiro, Rodriges Vieira, Ribeiro Cristino, Alberto d'Oliveira, Columbano Bordalo Pinheiro, António Monteiro y Cipriano Martins. Así lo retrató, en 1885, Columbano Bordalo Pinheiro.


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viernes, mayo 07, 2010

Arqueología: Momías reales.

Momia del rey aragonés Pedro III, el Grande.

Reconstrucción de la momia de la Reina Blanca de Anjou.

Aunque la noticia sobre el proyecto de exhumación de los restos de la dinastía que reposan en el monasterio de Santa María de Santes Creus (Alt Camp) no es nueva, los últimos datos proporcionados por el examen realizado a los restos contenidos en la tumba de Jaime II de Aragón, el Justo y de su esposa, Blanca de Anjou, hacen que retomemos esta información para comentarla un poco más. El trabajo de arqueólogos y restuaradores se enmarca en la conmemoración del 850º aniversario de la construcción del citado monasterio. La apertura del sarcófago de Pedro III de Aragón, el Grande, el único enterramiento de esta dinastía que no había sido profanado, permitirá averiguar un gran número de valiosos datos sobre la familia real, su genealogía, enfermedades y sobre sus hábitos cotiadianos (nutrición, higiene, vestido, etc.) en los siglos XIII y XIV. La información obtenida de esta investigación aportará más luz sobre las biografías, ya de por sí interesante, los protagonistas de esta historia. Valga como muestra un botón.

Pedro III de Aragón y Valencia (1240-1285) no era el primogénito, pero si fue el sucesor de Jaime I el Conquistador (1208-1276) tras la muerte de su hermano, el Infante D. Alfonso. Es a este monarca al que se debe la expasión mediterránea de la Corona de Aragón, ello provocó su enfrentamiento con Francia y que el Papa Martín IV le excolmulgase, lo que agravó la problemática situación del interior del reino. Aunque Pedro III pudo solventar las disensiones internas de Aragón, murió sin zanjar totalmente el conflicto por Sicilia y apunto de emprender una ofensiva contra su hermano Jaime II de Mallorca (1243-1311) y su sobrino Sancho IV de Castilla (1258-1295).
Jaime II (1267-1327) había sucedido a su hermano, Alfonso III, que había muerto con 26 años en 1291. A la muerte de su padre zanjó las tensiones con su tío Jaime II de Mallorca obligándole a reconocerle como señor feudal en 1279 y ofreció una alianza matrimonial a su primo Sancho el Bravo, la cual fue invalidada por falta del consentimiento papal, y el conflicto siciliano finalizaría diez años después de la muerte de su padre con un provechoso tratado. Una vez cerrados todos los frentes abiertos por su padre, Jaime II se encontró con la oposición de su hermano, el Infante D. Federico, a quien, tras una dura campaña, se vio obligado a reconocer como rey de Sicilia. Fue este rey el que impulsó la expedición a Oriente de Roger de la Flor y respaldó las propuestas sobre Tierra Santa de Ramón Llull, y quien desterró a los templarios de su territorio. El último acto de la expasión por el Mediterráneo de la Corona Catalano-aragonesa durante su reinado fue la incorporación de Córcega y Cerdeña. Hizo buen uso de las estrategias matrimoniales, ya que contrajo matrimonio en cuatro ocasiones, con Isabel de Castilla (1291), con Blanca de Anjou (1295), con María de Chipre (1315) y con Elisenda de Montcada (1322).

Su esposa, Blanca de Anjou (1280-1310), hija del rey napolitano Carlos II, el Cojo, había sido una pieza clave en el tratado de Agnani (1295). La paz en Sicilia dependía del matrimonio de una niña de 13 años con un joven monarca que estaba al borde de la treintena, la política de alianzas matrimoniales entre las casas reales europeas estaba en marcha, y la monarquías y la alta nobleza del Mediterráneo no era una excepción, de modo que a la propuesta de paz se uniría también el ofrecimiento de casar al infante Federico II de Sicilia, hermano menor del rey y gobernador a la sazón de Sicilia, con otra de las hijas de Carlos II, Leonor. Este hecho le acarrearía la denominación por parte de sus nuevos súbditos de la Reina Blanca de Santa Pau. Pese a que se sabe que Blanca fue la segunda esposa del rey hay entre los tratadistas e historiadores como Capmany la consideraban su primera mujer, al haber sido invalidado el matrimonio con su sobrina Isabel de Castilla. Le dio al rey diez hijos y murió de sobreparto a la temprana edad de 27 años. Su esposo dispuso que se le enterrase junto a ella en el monasterio de Santes Creus.

Este episodio da buena cuenta en su Monarquía de España, Pedro de Salazar Mendoza en los siguientes términos:

"Luego como fue preso Carlos hijo de Carlos de Anjou , fue llevado á Sicilia, y de alli á Cataluña. Antes que partiese de la Isla para España renunció solemnemente en favor del Rey D. Jayme de Sicilia hijo del Rey D. Pedro de Aragon y de la Reyna Costanza de Sicilia todos y qualesquier derechos que le pertenecian á aquella Corona, y en las Islas adyacentes á Sicilia, y prometió por si y por sus herederos y sucesores, que de alli adelante no se intitularian Reyes de Sicilia. Estuvo preso quatro años, y puesto en su libertad , interviniendo en que la consiguiese Eduardo Rey de Inglaterra, tornó á jurar y ratificar lo que havia prometido y jurado en Sicilia. Pasó á Italia , y empezóse á llamar Rey de Sicilia, y fuele dada la Investidura por el Pontifice Nicolao IV. Por otra parte D. Jayme Rey de Sicilia aspiraba al Reyno de Napoles que tambien le pertenecia. Despues de muchas diferencias que pasaron sobre estas pretensiones , se asentaron paces entre los Reyes de Aragon y Sicilia, y Carlos Principe de Salerno, y quedaron concordes en esta forma.

El Reyno de Napoles se dió al Principe que de aqui adelante llamarémos Rey con 159 florines de censo al año pagaderos á la Santa Sede Apostolica, y dióle la Investidura el Papa Bonifacio VIII: el de Sicilia y de las demás Islas á D. Fadrique hermano de D. Jayme, que era Rey de Aragon con Doña Blanca hija de Carlos Rey de Napoles. Doña Leonor otra hija con el Rey D. Fadrique de Sicilia. De esta manera quedaron en buena paz estos tres Principes."

Los sepulcros del Monasterio de Santa María de Santes Creus fueron en su mayoría profanados en 1835 durante las Guerras Carlistas, por la Legión Francesa de Alger y un grupo de Miqueltes. Los restos de la reina Doña Blanca fueron arrojados a un pozo, después de ser descuartizados y exhibidos, del que tardarían dieciocho años en ser rescatados; los del rey Don Jaime corrieron peor suerte, ya que se dice que fueron quemados en gran parte.

Enlaces:

Pere el Gran conserva sus huesos (El País)
Gato por momia (El País)
Pere, el Gran vivió como un rey (El País)
La reina Blanca renace de sus trozos (El País)
Vídeos:

Apertura de la tumba de Pedro III el Grande (Pere III, El Gran).



Análisis de las primeras muestras extraídas a Pedro III.



Reconstrucción de la momia de Blanca de Anjou, esposa de Jaime II, el Justo (Jaume II, el Just)

miércoles, mayo 05, 2010

Vincenzo Carduccio (1576-1638). Historia de un desencuentro

Retrato de Vincenzo Carducho. Lámina de la
segunda edición del Diálogo de la pintura. 1865.

Por la Corte de Felipe IV pasaron algunos de los mejores pintores del momento, grandes maestros como Ribera o Rubens, bien por encargos expresos, bien en misión diplomática, pero en los primeros años de reinado fueron dos las figuras que se enfrentaron, Velázquez (1599-1660) y el pintor florentino Vincenzo Carduccio.

El italiano, más conocido por la castellanización de su apellido, Carducho, era veinte años mayor que el joven pintor sevillano, provenía de una familia de pintores y había recibido una educación de caballero. Maestro en el aquel estilo que se llamó Manierismo tardío, había llegado a España con su hermano Bartolomeo (1560-1608), quien había sido llamado por Felipe II para trabajar en la realización de los frescos del Escorial, y que más tarde sería el primer pintor de Cámara de Felipe III. El propio Vincenzo se convertiría también en pintor de este rey en 1609, y pasaría a formar parte del nutrido grupo de pintores que tenía en nómina Felipe IV. Se le consideraba la cabeza visible de la escuela de pintura madrileña hasta la llegada de Velázquez, no sólo por su técnica, sino porque había sido, posiblemente, el pintor mejor relacionado y con más predicamento en la Corte hasta ese momento.

El desencuentro y la rivalidad con el genial pintor sevillano llegará a su punto culminante con el nombramiento de Velázquez, que hacía sólo cuatro años que estaba al servicio del rey, como pintor de Cámara en 1627, tras ganar un concurso celebrado en la Corte a este efecto, que tuvo al pintor Maino como principal miembro del jurado. Según mantiene Calvo Serraller(1), esta rivalidad se debería también a diferencias de carácter teóricos y técnicos relacionadas con la defensa de una idealización algo más clasicista en la obra de Carducho, quien acusaba al joven Velázquez de saber "únicamente pintar cabezas". Jusepe Martínez da cuenta en su obra de la existencia de estas tiranteces y de las envidias que provocaba el sevillano.

" Diego Velazquez, que (...) [fue llamado] por el Sr. Conde-Duque para servicio de S. M.: mandesele que hiciera el retrato de S. M., y lo sacó tan bien hecho y parecido, que luego se le hizo merced de pintor de cámara. A pocos dias y obras que tuvo hechas de retratos, en virtud de ser superior á los antecedentes pintores, recibió otra merced, ,que fué ugier de cámara de S. M. Creció tanto su habilidad en hacer retratos con tanta bondad y arte, y tan parecidos, que causó gran maravilla, así á pintores como á hombres de buen gusto; pero como la envidia no sabe estar ociosa, procuró deslucir la buena opinion de nuestro Velazquez, sacando por una línea, y no recta, unos censuradores (que es una semilla ó cizaña sembrada por todo el campo del mundo), que se atrevieron á decir que no sabia hacer si no una cabeza (disparate como de envidiosos); llegó á oidos de S. M., que siempre favoreció á los hombres virtuosos, y eon singularidad á este, y volvió por su opinion , mandándole hacer un cuadro de la expulsion de los moros de España, que fué hecha el año 1610, de grandeza de cinco varas de proporcion y de anchura tres varas y media. Este se hizo á competencia de cuatro pintores, los mejores, haciendo cada uno su cuadro del mismo tamaño. Colgáronse en el salon mayor de palacio, en donde se conoció por esta obra la virtud de nuestro pintor, siendo el retrato muy parecido con la historia; de lo cual corrida la envidia, quedó arrinconada, y el pintor con más estimacion, pues con este desengaño, y el mucho servicio y puntualidad que asistia á S. M., le cobró más cariño , haciéndole sobre las mercedes otra merced de ayuda de cámara"(2).

Aunque, hay que decir, por lo que manifiestan sus contemporáneos, que Carducho no era un hombre de trato fácil, y las relaciones de otros contemporáneos suyos con él fueron igualmente tensas, aún habiendo intereses de por medio como era el caso de los que le unían al pintor Cajés.
A pesar de la inicial enemistad manifiesta, ambos debieron seguir trabajando mano a mano, llegando incluso a supervisar de forma conjunta que los retratos del Rey que realizaban los pequeños talleres de pintura madrileños fueran apropiados y decorosos (3), por lo que hay quien se atreve a aventurar que, si bien no desaparecieron los resquemores del italiano, las rencillas se suavizaron hasta hacerse tolerables (4).

Diálogo de la pintura, 1633.

Pese a esto Carducho siguió trabajando con éxito para la Corona, dejando en sus últimos años publicada, además, una importante obra teórica como es el Diálogo de la pintura, muy en consonancia con la educación humanística que había recibido en su Italia natal y que su hermano había procurado fomentar. Este tipo de obras no era muy frecuente entre los pintores españoles del momento, cabe citarse como excepciones a Francisco Pacheco y al citado Jusepe Martínez, que van más allá de la tratadística y se sumergen en el dato biográfico y la comparación, por otra parte, muy útiles para los historiadores.

La obra de Carducho es extensa, destacando los trabajos que hizo para los monasterios de Santa María de Guadalupe (Retablo Mayor, 1618), de la Encarnación y de Santa María del Paular (serie de 56lienzos, 1629-1632), así como su participación en la decoración del Salón de Reinos como dos obras, La Batalla de Fleurus y La expugnación de Reheinfelden. La gran habilidad de Carducho puede verse en obras como la Cabeza de Gigante que se conserva en el Museo del Prado.

Cabez de gigante. Vincenzo Carducio.

Notas

(1) F. Calvo Serraller. La Teoría de la pintura en el Siglo de Oro. Madrid, Cátedra, 1991. p. 264.
(2)
J. Martínez. Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura (...). p. 117.
(3)
F. Marías. Velázquez: pintor y criado del rey. Madrid, Nerea, 1999. p. 138.
(4) F. Marías. Op.Cit. pp.70-74.

lunes, mayo 03, 2010

Corona y arqueología en el Siglo de las Luces. Exposición y ciclo de conferencias


Exposición "Corona y arqueología en el Siglo de las Luces."

Patrimonio Nacional organiza, en colaboración con la Real Academia de la Historia y la Fundación Banco Santander, una exposición que refleja cómo se impulsó y desarrolló la arqueología y el estudio de las antigüedades durante el reinado de los Borbones. La muestra, que se exhibe en el Palacio Real de Madrid, incluye 150 obras, como cuadros, muebles, esculturas, monedas o retratos de los mejores pintores de los reyes para explicar la aportación de la Corona a la historia de la Arqueología. Entre las piezas que se exhiben destacan el Narciso de Policleto, procedente del Museo del Prado; el busto de Cristina de Suecia, de Cartari, la escultura de Clío, musa de la Historia o el Trajano de Itálica, procedente del Museo Arqueológico de Sevilla.
(Fuente El Cultural)

Del 15 de abril al 11 de julio de 2010

Ciclo de conferencias "Corona y arqueología en el Siglo de las Luces"

Del 23 de abril al 11 de junio de 2010. 19:00 h.

En la Real Academia de la Historia. C/ León, 21. Madrid

Fecha Título Conferenciante
30 abril “Las excavaciones de Pompeya y Herculano en el siglo XVIII” José Mª Luzón
7 mayo “Concierto de clave” Francesco Corti
14 mayo “Itálica, imagen y símbolo de la arqueología hispana en el Siglo de las Luces” Pilar León
11 junio “La Corona y la Arqueología en el Siglo de las Luces” (Conferencia de Clausura) Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón

En el Palacio Real de Madrid. C/ Bailén, s/n. Madrid

Fecha Título Conferenciante
20 mayo “Las Antigüedades en Palacio” Jorge Maier
27 mayo “Las colecciones reales y el Palacio de La Granja” Miguel Ángel de Elvira
10 de junio “La Corona y la expansión de la Arqueología en el Siglo de las Luces” Martín Almagro-Gorbea

Imprescindible confirmación de asistencia.
Aforo limitado

Reservas en el teléfono: 91 454 88 29 (en horario, de lunes a viernes, de 8.30 a 14.30 h.)

La Era del Capitalismo Paternalista. El bienestar del Consumismo: La revista Life y la publicidad

En la Historia del Capitalismo, la publicidad juega un importante papel. Un sistema basado en la oferta y la demanda debe estimular, por medio de este tipo de reclamos, el consumo. En el Estado del Bienestar, el consumo es la clave. En el caso concreto de EE.UU. los años dorados del capitalismo, tras la crisis de 1929, se centran en la década de los cuarenta y cincuenta. También es uno de los mejores momentos de la historia de la prensa escrita y la revista Life va a convertirse en uno de los referentes dentro del llamado espacio de variedades. El lujo satura sus páginas observando al lector desde cuidados diseños. Lo que a continuación presentamos es una pequeña muestra de lo que puede encontrarse en esta publicación.

Un vistazo a los años 40 a través de la publicidad en la revista LIFE.



La revista Life está disponible on line en Google Books desde hace varios años y puede ser una buena fuente para estudiar la imagen que USA ha ofrecido al resto del mundo y la visión que ha tenido durante todo el siglo XX de la política y la economía internacional.

Los Chicos de Historia. Reflexionando sobre la educación


Creo que es la primera que vez que me refiero en este pequeño rincón a una obra de teatro actual. Nunca es tarde. Además, el tema de este montaje teatral está en total consonancia con otras reflexiones, bien sobre la Historia, bien sobre la educación, que ya he hecho anteriormente.

Los Chicos de Historia es una pieza escrita por Alan Benet (1934), reconocido autor teatral, que ha sido traducida por José María Pou, director y actor en la misma. Se trata de una reflexión crítica sobre la vida, el amor y la educación ambientada en la Inglaterra de la Era Thatcher. Distintas formas de encarar la realidad, que pone en escena la confrontación del utilitarismo más materialista y el sentimiento, la emoción y la poesía . Retrato de claroscuros que obliga a la reflexión y que, si bien hace al espectador disfrutar durante toda la obra, deja un cierto regusto amargo al reconocer la realidad más actual.

Ahora bien, y aquí llega la nota para el especialista, Los Chicos de Historia nos deja, a su vez, un retrato bastante exacto del problema de las Humanidades, del que ya hemos hablado. Y trae a nuestro oídos el conocido discurso polemista del relatisvimo, que en la Historia de las escuelas postmodernas (y recordemos que en Inglaterra éste es un fenómeno bastante conocido ) buscaba popularizar el debate historiográfico, dejando a un lado toda verdad y buscando la provocación. Esto puede sonar exagerado, pero quien se haya iniciado en la bizantina materia historiográfica se dará cuenta, como en el telón de fondo, se ponen sobre las tablas algunos clichés bien conocidos en la profesión. Y por encima del tópico, nos damos de bruces con el problema que supone la necesidad de resultados cuantificables que deja a un lado todo lo cualitativo de una educación eficaz. En esta obra, la lucha contra la automatización del pensamiento que se convierte en un canto en favor de la Cultura y el espíritu crítico.

Destacable es, además del argumento, la puesta en escena y el impecable trabajo de los actores, que consiguen mantener al público enganchado durante las 2 horas y media de la función, algo nada fácil en los tiempos que corren. Personajes pequeños que se hacen enormes, acompañando al espectador y haciéndole reconocer retazos de situaciones vividas, pensamientos y convicciones.
Realista, conmovedora, mordaz e inteligente resulta una buena elección para una tarde de teatro.

Muy recomendable. No se la pierdan. Hasta el 9 de mayo en Madrid, en los Teatros del Canal.